You Are My Witnesses, Even in Difficult Times
So when they had come together, they asked him, “Lord, is this the time when you will restore the kingdom to Israel?” He replied, “It is not for you to know the times or periods that the Father has set by his own authority. But you will receive power when the Holy Spirit has come upon you; and you will be my witnesses in Jerusalem, in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth.”
Acts 1:6-8 New Revised Standard Version (NRSV)
After his resurrection Jesus advised his disciples not leave Jerusalem but to wait for the promise of the Father. We know he was talking about the Holy Spirit of God. In verse 8 of the first chapter of Acts Jesus reaffirms the disciples that the Holy Spirit will empower them to be his witnesses not only in Jerusalem, but in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth.
Can you imagine the disciples living in this expectation all the days before Pentecost, wondering how this will be? Now they are called to be witnesses! A witness is basically someone who sees something amazing or important. If this person begins to share what they have seen, we call this “bearing witness.” It is a simple word, but being a witness carries a lot of responsibility! To be a witness is a call to action. It is to go out from your comfort zone and tell the story. It is to tell what you have seen and experienced with Jesus.
As we approach the celebration of Pentecost in the midst of difficult times, we are invited to reflect that as disciples of Jesus Christ we are called to be witnesses, to tell the story of a God that loves us, that we are not alone. There are lot of good stories from our local congregations and communities that need to be told. Stories of how during these difficult times God has been present in our midst.
As you read these lines, think of something you can share with a family member, a friend, or any other person to witness the love and care of Jesus Christ during the pandemic.
Prayer:
Gracious and Merciful God, it is wonderful to be your disciples. We thank you for the promise of the Holy Spirit. Give us the courage and the strength to be your witnesses wherever we go, so others can have the blessing to know your love and mercy. We praise you, our Rock and our Salvation.
In Jesus Christ our Lord, Amen!
The peace of Christ be with you,
Pastor Jorge,
Ustedes son mis testigos, aun en tiempos difíciles
“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo:
—Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
Les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las ocasiones que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.”
(Hechos 1: 6-8) Reina Valera 1995
Después de su resurrección Jesús aconsejo a sus discípulos que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre. Sabemos que el estaba hablando del Espíritu Santo de Dios. En el versículo 8 del capitulo 1 del libro de Hechos Jesús afirma a sus discípulos que el Espíritu Santo les dará poder para ser sus testigos, no solamente en Jerusalén sino en toda Judea y Samaria, y hasta lo ultimo de la tierra.
¿Se pueden imaginar ustedes a los discípulos viviendo en esa expectativa todos los días antes de pentecostés? Pensando ¿cómo será esto? Ahora son llamados a ser testigos! Un testigo es básicamente alguien que ve algo maravilloso o importante. Si esta persona comienza a compartir lo que han visto, llamamos a eso dar testimonio. Es una simple palabra, pero dar testimonio con lleva una gran responsabilidad. Ser un testigo es un llamado a la acción, es salir de nuestra zona de conforte y contar la historia de lo que hemos visto y experimentado con Jesús.
Ahora que nos acercamos a la celebración de Pentecostés en medio de tiempos difíciles, somos llamados a reflexionar que como discípulos de Jesucristo somos también llamados a ser testigos. A contar la historia de un Dios que nos ama, que no estamos solos. Hay muchas buenas historias de nuestras congregaciones locales y comunidades que necesitan ser contadas, de como en estos tiempos difíciles Dios ha estado presente en medio nuestro.
Ahora que usted lee estas líneas, piense en algo que usted pueda compartir con un miembro de su familia, un amigo/a, que testifique acerca del amor y cuidado de nuestro señor Jesucristo durante esta pandemia.
Oración:
Dios lleno de gracia y misericordia, es maravilloso ser uno/a de tus discípulos. Te damos gracias por la promesa del Espíritu Santo. Danos el valor y la fortaleza de ser tus testigos donde quiera que sea. De manera que otros/as puedan tener la bendición de conocer tu amor y misericordia.
Te alabamos, Roca Nuestra y Salvador nuestro.
En Jesucristo nuestro Señor, Amen!
La Paz del Señor sea con ustedes,
Pastor Jorge