Daily Devotion and Prayer - August 22, 2021

 

Washed Clean

 
Now when the Pharisees and some of the scribes who had come from Jerusalem gathered around him, they noticed that some of his disciples were eating with defiled hands, that is, without washing them. (For the Pharisees, and all the Jews, do not eat unless they thoroughly wash their hands, thus observing the tradition of the elders; and they do not eat anything from the market unless they wash it; and there are also many other traditions that they observe, the washing of cups, pots, and bronze kettles.) So the Pharisees and the scribes asked him, “Why do your disciples not live according to the tradition of the elders, but eat with defiled hands?” He said to them, “Isaiah prophesied rightly about you hypocrites, as it is written,

‘This people honors me with their lips,
    but their hearts are far from me;
 in vain do they worship me,
    teaching human precepts as doctrines.’

You abandon the commandment of God and hold to human tradition.”

 
Then he called the crowd again and said to them, “Listen to me, all of you, and understand: there is nothing outside a person that by going in can defile, but the things that come out are what defile.”
For it is from within, from the human heart, that evil intentions come: fornication, theft, murder, adultery, avarice, wickedness, deceit, licentiousness, envy, slander, pride, folly. All these evil things come from within, and they defile a person.”                     (Mark 7:1-8, 14-15, 21-23)
 
In the early days of the coronavirus pandemic, there was a focus on learning the value of washing hands to stop the spread of the virus. There were suggestions to wash as long as it took to sing, ‘Happy Birthday,’ or pray the Lord’s Prayer. Some suggested that each time we washed was an opportunity to remember our baptism.
 
Jesus reminds us that washing the externals is easy. Inner washing is more difficult. Early in the pandemic we also heard people suggest there were lessons they were learning that were integrated internally. We heard many say how grateful they were to have more time at home instead of the office—until that included being both a professional and third grade teacher. Others claimed that this time the United States would learn once and for all its lesson about racial equity as we watched communities of color suffer losses out of proportion to their number. Has anything changed internally for you since the onset of the pandemic?
 
Jesus counsels that the inner life is the source of external harm. What practices need cleansing for your personal and social holiness? These are days for vacations and practices that renew, yes, but what renews your life of social holiness? Perhaps a service of worship, or prayer over the news feed, or a class or new relationship renews passion for your inner life to bring forth a cleansing and healing witness.  I have enjoyed a planting of bamboo in my yard. It gives me a lesson each time I meditate on its clear, strong, and empty center.
 
Our cabinet life begins each day in worship. Every time we meet, we hear scripture, sing, and pray together. Cabinet members bring your stories to the table in a confidential setting for prayer. We are hearing how many pastors and church leaders hunger for renewal. We are hearing how many of you have endured losses due to the coronavirus. Hearing your stories and praying for them renews our resolve to support, respond, and serve with you. Our prayers include the challenges of persons serving cross-cultural or cross-racial settings and the witness that comes from doing that well as well as the challenges of advancing racial justice and radical inclusion.
 
Next time you wash, let your hands linger longer under the water. Pray for cleansing of your inner life. Pray for the increase of racial justice and radical inclusion in our life together. Thank you for your witness, beautiful Siblings. Know that I am praying for you.


Se acercaron a Jesús los fariseos y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; estos, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos impuras, esto es, no lavadas, los condenaban, (pues los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si no se lavan muchas veces las manos, no comen. Y cuando regresan de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que se aferran en guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, de los jarros, de los utensilios de metal y de las camas.)  Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas:—¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos impuras? Respondiendo él, les dijo: —¡Hipócritas! Bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: “Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mí, pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”, porque, dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber. Y hacéis otras muchas cosas semejantes.
Llamando a sí a toda la multitud, les dijo:—Oídme todos y entended:  Nada hay fuera del hombre que entre en él, que lo pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.  Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
 porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,  los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lujuria, la envidia, la calumnia, el orgullo y la insensatez.  Todas estas maldades salen de dentro y contaminan al hombre.                         (San Marcos 7: 1-8, 14-15, 21-23, Reina Valera 1995)

En los primeros días de la pandemia del coronavirus, había un enfoque en el aprendizaje del valor de lavarse las manos para evitar y parar el contagio del virus. Había sugerencias de lavarse las manos tanto tiempo como dura el cantar del “Feliz Cumpleaños,” o de orar el Padre Nuestro. Alguien sugirió que cada ves que uno se lavaba era una oportunidad de recordar nuestro bautismo.
 
Jesus nos recuerda que lavarnos lo exterior es fácil. El lavamiento interno es mas difícil. Temprano en la pandemia también oímos gente sugerir que había lecciones que estaban integradas internamente. Nosotros oímos muchos decir cuan agradecidos estaban de tener más tiempo en casa en lugar de la oficina—hasta que esto incluía el siendo al mismo tiempo un profesional y un maestro/a de tercer grado. Otros reclamaban que en este tiempo los Estados Unidos aprenderían de una vez por todas, su lección acerca de la igualdad racial, cuando vimos comunidades de color sufrir perdidas fuera de la proporción de sus números. ¿Ha cambiado algo en lo interior de ustedes desde el comienzo de la pandemia?
 
Jesus aconseja que la vida interior es el recurso del daño externo. ¿Qué practicas necesitan una limpieza para su vida personal y santidad social? Estos son días de vacaciones y practicas que renuevan, si, pero ¿Qué renueva su vida de santidad social? Quizá un servicio de adoración, o una oración por las noticias sea lo que llena y alimenta, o una clase, o una nueva relación renueva la pasión por su vida interior para traer una limpieza y un testimonio de sanidad. Yo he disfrutado el plantar un árbol de bamboo en la yarda de mi casa. Me da una lección cada vez que medito en su claro, fuerte y centro vacío.
 
La vida de nuestro Gabinete comienza cada día con adoración. Cada vez que nos reunimos, escuchamos la escritura de la Palabra de Dios, cantamos, y oramos juntos. Los miembros del Gabinete traen sus historias a la mesa de una manera confidencial para que oremos por ellas. Estamos escuchando como muchos pastores/as y lideres de sus iglesias están hambrientos de una renovación. Estamos escuchando como muchos de ustedes han sobrevivido a perdidas por el coronavirus. Escuchando sus historias y orando por ellas, renueva nuestro propósito de apoyar, responder, y servir con ustedes. Nuestras oraciones incluyen los retos de personas que están sirviendo en lugares de diferentes culturas y razas, y por el testimonio que viene con el servir bien en estos lugares como reto de avanzar en la justicia racial y la inclusión radical.
 
La próxima vez que te laves, deja que tus manos tomen mas tiempo bajo el agua. Ora por la limpieza de tu vida interior. Ora por el aumento de la justicia racial y la inclusión radical en nuestras vidas juntos. Gracias por su testimonio, mis bellos hermanos y hermanas. Sepan que estoy orando por ustedes. 
           
Traducción por Pastor Jorge L Mayorga    
               
 

Author

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Hee-Soo Jung

Bishop Hee-Soo Jung has served as resident bishop of the Wisconsin Annual Conference since September of 2012. Prior to leading the Wisconsin Conference UMC, Bishop Jung served eight years as bishop of the Northern Illinois Conference (Chicago area).